Una ramificación de la arteria femoral
Lesionada por el filo de una cuchilla de afeitar,
Una herida que se abre como una boca
Y sangra como un arroyo
Con el fondo cuajado de guijarros blancos;
Así de salvaje es mi amor,
Así de poderoso.
Mi amor es el dolor agudo de la cauterización,
Las lágrimas que caen silenciosas
De vergüenza;
La advertencia de la enfermera
Que dice que algo falla en mi cabeza,
Que esto es una tontería,
Que la cicatriz será fea y la odiaré,
Que podría morir aun sin querer…
Pero cuando pienso en ti y en ella,
Tan similar a las hadas, tan perfecta,
Tan brillante que las estrellas le tienen envidia,
Lamento no haberme cortado más profundo.
Lamento no tener palabras,
Sólo estas gasas blancas y una luna creciente
Allí donde la arteria femoral se interrumpió.